RUTA DE LAS ERMITAS
Mantenemos vivas nuestras raíces más profundas
TIEMPO DE DURACIÓN : 3 horas aproximadamente.
NIVEL DE DIFICULTAD: Bajo.
MODO DE HACERLA: Se recomienda hacerla a pie.
Esta ruta nace con el objetivo de resaltar, uno de los más importantes aspectos turísticos de La Peza. El cual, es patrimonio de la comarca y registro histórico, religioso y cultural de España. Cada una de las Ermitas que forman parte de esta ruta poseen un alto valor religioso.
Además, las zonas y puntos geográficos donde se encuentran ubicadas constituyen lugares de contemplación natural. Gracias a las magnificas vistas del municipio, del pantano y de la Sierra Nevada. Las ermitas que forman la ruta son cinco: San Antón, San Francisco, Santo Marcos, San Marcos y Santa Lucía. Y, la ruta se hace en este mismo orden…
El comienzo de la ruta es en la Plaza de España, recordemos que ésta es el centro neurálgico de la vida del pueblo. De allí, nos dirigiremos por la Calle Cimiento hasta llegar a la Placeta Cruz del Conde y a la derecha entramos en la calle de San Antón. Siguiendo
la empinada cuesta, tomamos la calle de la Bartola, desde donde se puede divisar la ermita de San Antón y las ruinas del Castillo árabe del siglo IX.
Por el camino que llaman de San Antón, bordeamos el cerro, para acceder más fácilmente a la ermita. Ésta ermita se encuentra en el punto más alto del pueblo y data de los años sesenta. Anteriormente, existía una de mayor antigüedad, pero fue demolida para construir la que hoy conservamos. En su interior se encuentra la imagen de San Antón, imagen que fue hecha en los años sesenta y carece de valor artístico.
Salimos al exterior de la ermita y observamos las maravillosas vista que ofrece nuestra región, desde el cerro del pantano, de la vega Baja, pasando por la de Volota, del cortijo del Nabogar, hasta el paraje que se llama Espique y de La Peza.
Continuamos nuestra ruta por el mismo camino por el que hemos subido, bajamos hasta llegar al collado del castillo y nos desviamos a la derecha para seguir por el carril de San Francisco.
Seguimos por el carril de San Francisco, hasta llegar a la ermita del mismo nombre. Debemos destacar que, en sus orígenes esta Ermita fue una mezquita menor y por ello se encuentra situada en dirección a la meca. La Ermita de San Francisco fue demolida,
reconstruida y consagrada para el culto cristiano en el siglo XVI. Su exterior es de estilo mudéjar y en el interior conserva la imagen de San Francisco. Posee un pequeño retablo de estilo gótico que data de los años 60 y tres cuadros: Uno de Santa Rita de Casia, otro de la Divina Pastora y otro de la Inmaculada Concepción.
Desde el exterior de la ermita, se puede observar la ermita de Santo Marcos y también se puede observar algunas de las cruces del Via-Crucis que hay en este paraje .
Descendemos por la calle de San Francisco, para luego dirigirnos a la derecha accedemos a la Calle de Santo Marcos bajando la cuesta. Lleegamos al puente que cruza el arroyo de Espique, hacemos una parada para beber un poco de agua en la fuente de Belchite, y luego subimos a la placeta de la ermita.
Esta ermita tiene la peculiaridad de estar, según la tradición, en el lugar exacto donde sufrió martirio, Santo Marcos Criado fraile Trinitario, a manos de los moriscos. Estos hechos ocurrieron en la guerra de las Alpujarras , durante los días 22, 23 y 24 de
Septiembre del año 1569. Este Santo fue beatificado por el Papa León XIII, en el año 1899.
La ermita de Santo Marco data del año 1899, tiene un artesonado de madera, un pequeño retablo de estilo gótico de los años 60 y la imagen que preside a esta ermita es de los años 50. Es una imagen del Santo que destaca por su altura y su fuerte expresividad. Hay otros elementos de importancia como lo son: Un cuadro de Santa Rita de Casia, otro cuadro del Sagrado Corazón de Jesús y otro de la Virgen de la Cabeza.
Nos devolvemos por el mismo camino que hemos seguido, hasta llegar a la calle de Santo Marcos. La cual, andamos hasta llegar a la placeta Cruz de Conde y la plaza de España, nuevamente. Entonces, nos dirigimos por la calle del Río, pasando por la cruz de los
caídos en dirección a la Ermita de San Marcos por la calle de las Eras. Pasamos por el monumento del Alcalde Carbonero y cruzamos a la derecha por las Eras de la Decarada. Caminamos al lado del cementerio y nos dirigimos por el camino de San Marcos hasta llegar a la ermita que lleva su nombre.
Esta ermita se destaca por ser la ermita que albergaba la imagen de San Marcos, patrón de La Peza. Ésta imagen fue traslada a la iglesia parroquial, por motivos de conservación y de seguridad, pues se trata de una talla del siglo XVIII. La ermita data también del siglo XVI. Dado que, también, fue una mezquita árabe su orientación es hacía la Meca.
Alberga en su interior un Via-Crucis que, posee catorce reproducciones de la pasión de Cristo. Los cuales, están hechos en cartón- piedra y pertenecen a los años 40. Posee una serie de bancos que proceden de la Iglesia y una pequeña espadaña con una campana.
Desde el exterior de la ermita se observan unas vistas maravillosas de La Peza, de las torres de la Iglesia, de Sierra Nevada, del castillo y de la ermita de San Antón.
Desde la placeta de la ermita de San Marcos, nos dirigimos a la izquierda para transitar una pequeña vereda que nos llevará cerro arriba hasta la Ermita de Santa Lucía, durante el trayecto se podrán observar muchas especias de la flora y la fauna de La Peza. Tal es el caso del romero, el tomillo, aceitunero, mejoranas, retamas, pinos y olivos. Además, de gorriones y perdices, entre otras aves. Al llegar a la ermita se pueden observar unas hermosas vistas de La Peza, de las Peñas de la mula, de las minas que hay en los tajos de las peñas. Por supuesto, de la Sierra Nevada, de Volota y del pantano.
De esta ermita se destaca la imagen de la Santa que data del año 2002. Y que, recibe muchas promesas de gente que le pide a esta santa que les cure sus problemas relacionados a la visión.
Finalizamos la ruta, siguiendo el camino que va a la loma de Santa Lucía, para salir a la antigua carretera de Guadix. Llegamos al mirador de las peñas de la mula y observamos unas impresionantes vistas de La Peza y de todos sus alrededores. Nos dirigimos por la carretera en dirección a La Peza. Llegamos al pueblo y cualquiera de sus calles nos dirigirán a la Placeta de los Cañillos, para tomar agua de su fuente. Y, de esa manera, damos fin a nuestra ruta de las ermitas justo al lado de la Iglesia Parroquial de la Anunciación.